Mario Vargas Llosa debería bañar su premio Cervantes con manteca tres chanchitos y metérselo por el culo.
Desde hace rato tenía ganas de comentar sobre un artículo escrito por Mario Vargas Llosa que un man, comentando sobre otro post, trajo a mi atención.
Este es el artículo en cuestión.
La versión corta de toda la tanda de pendejadas que escribió Mario Vargas Llosa es la siguiente:
Hace mucho, mucho tiempo, en un reino muy lejano llamado Francia, donde las ayacas olían a queso y la gente nunca se bañaba, existía un francés cojudo al que le gustaba culear peladas menores de edad. Este señor jamás culeaba con niñas, porque sabía que era ilegal y que si lo atrapaban lo metían en la cárcel y el que iba a terminar comiendo varenga iba a ser él. Pero este señor escuchó hablar de otro reino lejano llamado Tailandia, donde por cincuenta dólares te regalaban una chinita de doce años, un caballo, tres raquetas de ping pong y una botella de Zhumir limón para pasar la noche. Y en este país eso era de lo más legal. Este francés empezó a pasar todas sus vacaciones en Tailandia repartiendo varenga a cualquier chinita que se le cruzaba en frente. En uno de sus viajes conoció a otro europeo de no me acuerdo que país, que tenía los mismos gustos, y a este pendejo se le ocurrió filmar al francés mientras una pobre chinita le mamaba el mazo.
Años después, la policía atrapó al pana del francés por andar culeando menores de edad en su país, donde no era legal. Revisando la colección de películas del pana, se encuentras con la película del francés recibiendo una mamada. Le preguntan quien chucha era el man del video, y el pana le dice que era su amigo francés. La policía de ese país se contacta con la policía de Francia y les mandan el video.
Para sorpresa del francés, en Francia hay una nueva ley que dice que los ciudadanos franceses no pueden quebrantar la ley de Francia, inclusive fuera del país aunque no estén ni una mierda cerca de Francia. Enjuiciaron al francés pedófilo, trajeron a la chinita (ya crecida) para que atestiguara contra el man, y el tipo terminó en la cárcel. Y colorín colorado, todos vivieron felices para siempre. Claro, excepto los dos pedófilos que probablemente ahorita estén comiendo varenga en las duchas de alguna prisión en Europa. Por lo menos, según Guambra Costero, nunca les va a dar gripe. Y la chinita, bueno… no se sabe si la chinita estuvo feliz todo el rato después de esto. Probablemente le dio gripe. El único del que estamos seguros es Mario Vargas Llosa que está recontra feliz de que esta huevada haya ocurrido. Eso es porque el man es una bestia.
Me imagino que los más pilosos entre ustedes se habrán dado cuenta de la gravísima estupidez que comete el gobierno de Francia en la historia que he contado.
Antes de continuar, quiero que se olviden de que el francés en cuestión es un pedófilo. Yo confío en muchos de ustedes, pero sé que hay unos cuantos medios imbéciles que no son capaces de mirar este caso sin sentimentalismos y otras pendejadas que matan la razón, y que surgen cuando se trata temas como la pedofilia. El problema aquí es que como el tipo este es un pedófilo, en seguida creemos que el tipo se merece cualquier huevada mala que le ocurra y aplaudimos a cualquier cojudo que viene y le mete una patada a los huevos. Y es verdad, el tipo es un careverga y se merece todo lo que le ha pasado, pero no hay que cegarnos ante una huevada muy mala que está ocurriendo en Francia. Así que olvidémonos que el pendejo es un pedófilo y digamos que su crimen fue… oh… escupir en la acera.
Ok, este tipo nunca escupe en la acera en Francia, porque en Francia es ilegal, así que se va a Tailandia donde a nadie le importa que escupas en la acera, así que escupe en la acera. Al regresar, lo meten a prisión por andar escupiendo en la acera. Esa es la nueva versión.
Las leyes de un país deben estar encaminadas a la protección y mejora de las vidas de los ciudadanos de ese país. ¿Qué carajos ganan los franceses arrestando a un tipo que hizo una huevada en otro lado que es ilegal en Francia pero legal en otro lado? Absolutamente nada. Esta ley no está encaminada al bien de los ciudadanos, si no solamente a dictar como deben vivir por las puras ganas de joderles la vida. Lo que es legal o no legal en otros países no le concierne a Francia, y lo que sus ciudadanos hagan fuera de Francia tampoco.
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