miércoles, septiembre 14, 2005

El perreo.

Crítica de Película

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Título: La caja decía Unleashed, pero la película decía Danny the Dog, así que ni idea. Que se pongan de acuerdo y después me avisan.

Actores: Jet Li, una pelada que en mi vida había visto, Machine de 8mm, Powder y Morgan Freeman haciendo lo que siempre hace.

Director: No me interesa tanto como para buscar su nombre.

Ok, la idea de la película es que Jet Li, que aquí se llama Danny, ha sido criado desde que era muy pequeño como si fuera un perro. El pobre chino duerme en una jaula metida en un hueco y solo come Purina Puppy chow. En el mundo real, esto significaría que el pobre chino debería estar mal nutrido y con varios problemas de salud, si es que no se murió de difteria a los diez años, pero como esta es una película, el vivir como un perro significa ganar superpoderes ninja y poder sacarle la reverenda mugre a cualquier pendejo que te mire feo.

El dueño de Danny es un mafioso gordo inglés que usa los superpoderes karateka de Danny para sacarle la mugre a los tipos que no le quieren pagar la plata que le deben. El gordo este es medio imbécil; porque no sabe como funciona Danny. Danny solo tiene una función, y esa es reventar a patadas a cualquier pelele que te caiga mal. Cualquier otra cosa es pedirle peras al olmo. Para hacer que Danny masacre a alguien hay que primero sacarle la correa y luego gritar “MATA” y luego Danny va y hace su trabajo. Ese es todo el manual de Danny, si pudiste entender lo que dije entonces ya estás capacitado para operar tu propio Danny. Pero el gordo de mierda no lo entiende, y lo peor es que el gordo de mierda fue el que crió a Danny, y aún así no entiende como funciona. El gordo se la pasa tratando de hacer que Danny haga cosas mas complicadas, y luego se cabrea porque el chino no puede.

En una de las rondas que hace el gordo para recaudar billete con Danny, Danny conoce a Morgan Freeman dentro de un almacén de pianos. Sinceramente ya no sé que clase de persona es Morgan Freeman. El man ahora es tan negro mágico que ya no solo dedica su vida a ayudar a los blancos, si no que ahora también empezó a ayudar a los chinos. O el negro este es una especia de santo que quiere ayudar a todas las razas del mundo mientras surfea sobre un arco iris echo de pura amistad y caramelos, o simplemente nos está viendo las huevas y se caga de risa porque le valemos verga. En fin, Danny conoce a Morgan Freeman, y Morgan Freeman se gana su amistad con la magia de la música. Pero este romance de negro con chino no podía continuar tan fácilmente porque de repente el gordo se lo lleva a Danny para seguir cobrando la plata que le deben. En otra de las paradas, Danny le saca la mugre a unos cojudos y lo ve un tipo que se interesa en él. Este hombre era maldad pura. No, no me refiero al personaje; me refiero al actor. El actor tiene una cara de que el man suda maldad, y cuando el man se seca, la toalla queda poseída por un demonio que sale a calle a matar gente con un cuchillo. En verdad ni siquiera creo que sea actor, al tipo probablemente lo guardan dentro de una celda en un manicomio de alta seguridad y solo sacan para aparecer en las películas. El maloso este convence al gordo para que lleve a Danny a pelear al campeonato de Mortal Kombat que el loco este organizó en el sótano de su caleta. El gordo lo lleva a la primera pelea, y no les miento, Jet Li se pone a pelear con el gordo enmascarado de la película 8mm, el gran MACHINE. Machine se cabreó de salir en pornos de snuff y ahora solo se dedica a su verdadera vocación de masacrar gente. El problema es que no lo hace muy bien porque Danny le saca la chucha ni recién va entrando al ring.

Después de un largo día de andar quebrando huesos, el gordo y Danny van camino de vuelta su casa cuando sale un reverendo hijo de puta en volqueta que les hace mierda el carro, y para demostrar que esa huevada no era broma, hombre, también salen unos bolsones con metralletas y les reparten bala al gordo y a su pandilla. Danny, utilizando sus poderes de perro ninja, se logra cubrir detrás del gordo y escapa a donde su amigo el negro mágico. Como cualquier persona normal, el negro mágico encuentra a este chino vestido en harapos, con una correa de perro en el cuello y lleno de heridas de balas y enseguida lo deja dormir en su casa sin llamar a la policía. En Guayaquil, Morgan Freeman ya hubiera amanecido sin cabeza en la perimetral.

De aquí en adelante, Danny se queda a vivir Morgan Freeman y su hijastra que es blanca. Ustedes saben como son los gringos, que no pueden ver una película a menos que haya un blanco gringo metido en ella. Ni siquiera los blancos ingleses cuentan para ellos. Gracias a esto, perdemos diez minutos de nuestras vidas mientras Morgan Freeman le explica a Danny todo el mierdero que pasó para que él terminara con una hijastra blanca. Todo eso para que después no piensen que la señora le ponía los cachos con un blanco.

Aquí hay otra cosa rara. La hijastra tenía como diecisiete años y hay una especie de medio romance entre ella y Danny. El problema es que Jet Li tiene como cuarenta años y esa huevada se ve media rara. ¿Solo porque el chino es medio patuco creen que lo pueden hacer pasar como jovencito? ¡NO CON ESAS ARRUGAS EN LA CARETA! Chuta, por lo menos le hubieran puesto un poco de crema Ponds anti-arrugas o algo así para amagar.

De aquí hay como una hora de Morgan Freeman y su hijastra enseñádole a Danny como vivir en sociedad y la magia de la música. En ningún momento les parece raro que el pobre chinito no sepa hablar, comer con cubiertos o que use un collar para perros. Los manes han de haber tenido una vida media rara en la zona roja de Ámsterdam para que esa huevada no les parezca rara.

Al final hay una pelea donde el gordo, que salió vivo gracias a la magia de escritores vale verga, y el resto de la pandilla tratan de recuperar a Danny que ya no quiere volver. Aquí sale la pelea mas arrecha de toda la película, porque ponen a Danny a pelear con POWDER. Powder hasta usas sus poderes para teletransportarse. Hay una escena donde Powder lo patea a Danny por una ventana, y Danny logra llegar hasta el edificio de enfrente y cuando llega, Powder ya estaba ahí. O ese blanco calvo era Powder, o el escritor vale verga... y vamos a ser un poco bondadosos y digamos que ese man era Powder.

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Aunque la historia es bien estúpida, la película no es mala porque Jet Li hace lo que hace bien, lo cual es repartir patazos en las caras de los malos; y Morgan Freeman hace lo que mejor hace, lo cual es salir de la nada y ayudar a cualquier imbécil que se le cruce con sus magia de negro.