La Super Convención de Comics de Guayaquil.

Hoy día empezó la segunda convención de comics de Guayaquil del 2006. Si hicieron la primera nunca me avisaron. Yo fui a ver si encontraba comics baratos o algo así, pero igual a la última convención de comics a la que fui, solo había dos o tres cojudos vendiendo comics, y el resto era un poco de quioscos cuyo uso útil a la humanidad escapa de mi capacidad de razonamiento.

¿Cuál es la idea de los manes que se consiguen un quiosco solo para enseñar sus muñecos de Mazinger? ¿Cuál es el concepto? ¿Cuál es la idea? ¿Que gana este hijueputa? ¿POR QUÉ HAY VARIOS DE ESTOS HIJUEPUTAS?

En fin, esta peregrinación nerdiásica no ameritaría un post, excepto por la siguiente conversación que escuché mientras veía unos comics japoneses que unos tipos estaban vendiendo. Era en el quiosco del club de animación japonesa de Guayaquil (Uno de los cuatro o cinco clubs de la misma huevada que fueron a la convención, pero por lo menos estos cojudos estaban vendiendo algo). Había unos tipos disfrazados ahí: Había una tipa vestida de ninja, había una tipa con orejas y cola de gato, y el chochuma que atendía el quiosco también tenía unas orejas de animal puestas.

Chica Gata: Aaaaaaayyy... Mira, yo soy una gata. ¿Y tú que eres, gato?

Chochuma con orejas: Yo no estoy disfrazado de gato, ¡yo soy UN ZORRO!

¡QUE HIJUEPUTA!

Tuve que dejar lo que estaba viendo, y salir caminando lo más lejos posible para no cagarme de risa en la cara de ese tipo. Las posibles respuestas como “No necesitabas disfraz”, “Eso no te lo voy a discutir” o las quinientas restantes se las dejo a la imaginación.