martes, agosto 08, 2006

Las diferentes razas de los animales que andan por la calle.

Existe una bestia rumiante y estúpida cuyo hábitat natural es la calle. No son lo perros ni los gatos callejeros, porque estos animales son medio pilosos, y si ven un carro pegan el pique. Este animal se llama el Homo-Peatón. El Homo-Peatón es un animal que sufre de un síndrome al cual Charles Bronson simplemente llamó el “Death Wish” y al igual que los perros, este animal se divide en diferentes razas:

El del Pique Maricón.

Esta variación del Homo-Peatón es capaz de trotar a la sorprendente velocidad de medio metro por siglo, pero solo puede mantener este ritmo por un segundo, después de esto tiene que caminar a la mitad de su velocidad aunque el careverga esté en media calle y un carro se lo vaya a culear.

Esta especie de Homo-Peatón siempre empieza a cruzar la calle con un pique maricón y lento que le daría risa hasta al gordo más cerdo del mundo, y cualquier cojudo iría más rápido caminando aunque sea cojo y use bastón. Gordo, Flaco, Atlético, ¡no importa! El trote maricón va más allá de la habilidad física; es un modo de vida. También es parte del modus operandi de estos cojudos el quedar exhaustos después del esfuerzo que les da trotar como maricas y quedarse parados en plena calle. ¿Algún día evolucionará este extraño ser y logará pasar toda la calle con su pique?


Bill Gates nos hace el favor de dejar de ganar más plata que Dios para mostrarnos el trote maricón.


El shaman de la película One Million Years B.C.

Este nombre de raza les podrá sonar un poco raro, pero es que está nombrada en honor al primer miembro de esta raza. Existe una película sobre cavernícolas peleando contra dinosaurios un millón de años antes de Cristo. Obviamente la película mas realista sobre cavernícolas jamás hecha. Esta película es solo famosa porque sale Raquel Welch vestida como la hermana menor media zorra de Vilma Picapiedra.



Pero hay otra tipo en esta película que vale la pena recordar, el shaman de la tribu cavernícola. Un tsunami maldito iba a golpear la isla donde vivían todos estos cojudos. Raquel Welch y los cavernícolas buenos decidieron construir una balsa para no ahogarse. No me preguntes como sabían sobre el tsunami porque no me acuerdo. En fin, el shaman de la tribu tuvo otra idea, el man iba a parar la ola con sus superpoderes mágicos. El shaman se paró en plena playa, y extendió la palma de su mano ordenándole a la ola que se detuviera. A la ola le valió verga y lo hizo mierda. Desgraciadamente este hijueputa no se murió antes de tener descendencia, porque hay un cerro de cojudos como el man tratando de cruzar la calle a toda hora.

¿Alguna vez han estado manejando tranquilamente, y de repente les salta un mamaverga justo al frente del carro, y este pelele extiende la palma de su mano ordenando que te detengas para que el cojudo este pueda pasar? Les aseguro que si siguen el ficus genealógico de este cojudo en algún rato van a llegar a El shaman de la película One Million Years B.C.


PARA EN NOMBRE DE JESUS.


No sé si este cojudo esté convencido de que tiene superpoderes, o de que su don de mando mueve nuestros corazones para detener el carro y dejar que este líder nato cruce la calle como el emperador que está destinado ser. No sé si uno de estos cojudos está leyendo esto, pero quisiera asegurarte que la única razón por la cual no eres una mancha de sangre más en mi parachoques es porque no me gusta cometer homicidio, chucha de tu madre. No es que si salta un pobre cojudo sin hacer señas con la mano decimos “¡Ese man no me dijo que pare, voy a atropellarlo!” Así que mejor guárdate la mano en el bolsillo y sigue jugando con tus pelotas.

El careverga que no entiende el concepto de Una Vía

Esta raza no se ve muy frecuentemente. Probablemente es porque están en peligro de extinción debido a su casi nulo instinto de supervivencia. Los pobrecitos son ovejitas en un mundo de Lobos llamados Ford Explorers. Extrañamente, el lugar donde más se han avistado es justo debajo de los letreros que dicen UNA VIA. No sé si todos estos tipos sean montubios analfabetos que no entienden que la flecha apunta la dirección a donde se dirigen los carros, no a donde chucha hay que mirar para cruzar la calle.



Su triste historia es siempre la misma. Se posicionan debajo del letrero de Una Vía, miran para el lado que no es, y alegres de que no viene un carro en contravía se lanzan a la calle sin mirar al otro donde venía yo sin frenar, convencido de que ese señor debajo del letrero de Una Vía no era un maldito mongoloide inepto.

En mi vida de conductor solo he visto dos de estos curiosos seres. Me gustaría pensar que aún están con vida haciendo de las suyas, pero la veo cagada ya que de ley deben de haber aparecido en la portada del Extra atropellados por conductores con menos reflejos ninja que los míos.

El Hombre-Carro

¿Alguna vez han estado manejando y se han encontrado con tres o cuatro hijueputas caminando en medio de la calle, a pesar de que hay una puta vereda a dos metros de ellos? ¿Les han pitado a estos soplapitos para que se salgan de la puta calle y dejen pasar a los carros de verdad, solo para que estos mamones se te cabreen y te puteen por osar conducir un carro por la calle?

Sí la respuesta es sí, es porque te has encontrado con los Hombres-Carro. Extraños Homo-Peatones que se creen automóviles. Por alguna razón siempre andan en manada. Muy rara vez te encuentras a un Lobo solitario entre sus filas.

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Así es como ellos se imaginan que son.


El “OH DIOS MIO QUE CHUCHA ESTA HACIENDO ESE HIJUEPUTA AAAAHHH”

Esta clase de Homo-Peatón es la más rara de todas. Si su instinto de supervivencia recibiera una nota, este es de los cojudos que recibiría una nota negativa porque se le olvidó poner el nombre en el examen. Si los otros Homo-Peatones son soles, este man es una supernova: se quema más rápido, pero su estupidez brilla un millón de veces más fuerte.

Solo una vez me he encontrado con uno de estos. Estaba en el centro, y yo estaba esperando que salga la luz verde, pero yo no era el único, ya que había un tipo empujando una carreta de madera. El man quería cruzar la calle, y se quedó parado todo el rato que la luz roja estuvo prendida. Al segundo que sale la luz verde, el bolsón este empieza a empujar su carreta de mierda. Yo y otros dos tipos que iban manejando casi lo hicimos mierda, y este hijueputa nos putea a todos por osar pasar con luz verde mientras este cojudo empujaba su carreta.


Casi hago mierda esta huevada.


Ahora ya conocen a las diferentes subespecies de este animal.