sábado, octubre 01, 2005

Dios mató a un hombre en la calle.

No me digan que no pasó. Yo estaba ahí, y eso fue lo que pasó.

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SE BUSCA


Estaba parado en el centro, esperando un taxi para regresar a mi casa después de un largo día de trabajo. Era bastante tarde y solo estaba yo y otro tipo parado a tres metros esperando buseta. De pronto noto que hay un viejo flaco con una larga barba blanca escondido en un callejón. El viejo me ve y acerca su dedo a su boca y hace un sonido de “Shhhh” para que no haga ruido. El viejo se empieza a acercar al otro hombre con cuidado, saca un cuchillo y grita - MUERE PECADOR - antes de clavarle el cuchillo en el cuello.

- ¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda!-, grito yo.

El viejo me mira y dice – Deja de andar gritando, chucha de tu madre. Haz algo útil y avísame si vienen los pacos.

- ¿Quién eres? ¿Qué está pasando aquí?

- ¿Eres retrasado? Soy el puto Dios, ¿que no te das cuenta? – Palabra de Dios. Y Dios se agachó y le empezó a sacar los zapatos al muerto.

- ¿Se le está robando los zapatos a un muerto?

- ¿Eres cojudo? Yo soy Dios, y yo nunca le he robado nada a nadie en mi vida.

- Pero, se le está cogiendo los zapatos a este tipo.

- Es verdad –, me dijo Dios con un tono de profesor dando cátedra, y continuó – pero, ¿los muertos pueden poseer legalmente algo?

- Bueno, no. Creo que no.

- Entonces no es robo, chucha de tu madre; así que no jodas.

- Bueno, supongo que eso tiene lógica.

- Claro que tiene lógica. ¿Quién crees que se inventó toda la huevada del bien y el mal? ¡YO! Yo solito. Si algún día ves un hijueputa que te dice que me ayudó, pégale un patazo en los huevos, por mentiroso y picado. Ahora cierra el pico y continúa vigilando, ¿no ves que me están buscando?.

- ¿Quién lo busca?

- Todos, chucha, ¡todos! Todos buscan a Dios. Los mormones, los testigos de Jehová, los putos Harekrishnas. Mierda, ¡TODOS ME BUSCAN! Pero de los que me cuido son la policía. Esos si no me deben encontrar.

Dios se probó los zapatos del muerto, pero luego maldijo como un marinero con síndrome de Tourette un rato y los tiró porque le quedaban muy chicos. Luego se agachó de nuevo y sacó la billetera del muerto y se la guardó en el bolsillo. Yo tenía demasiado miedo de salir corriendo y me quedé parado viendo si venía la policía como me dijo Dios.

Dios me miró de nuevo y dijo –Oye, chico, parece que eres un buen muchacho. Te invito a unas cervezas en un bar aquí cerca -, luego sacó unos billetes de la cartera del muerto y continuo – yo pago -, y luego se rió.

Seguí a Dios hasta un bar. El bar estaba casi vacío; solo había unos dos borrachos y el dueño. El dueño se nos acercó y nos preguntó - ¿Hey, yo creo que los conozco a ustedes dos. No los he visto en la tele o algo?

- Yo soy Batiduende, yo tengo un Blog. Este es Dios, el creó el cielo y la Tierra.

- ¿Usted es Dios? ¡GUAU! Soy un gran fan de su trabajo. Me encanta todo lo que ha hecho, en especial la gravedad, y los patos. Al principio no me gustaban los patos; no tanto como su último éxito, las gallinas, pero ahora me encantan los patos. Creo que tengo un pato en el cuarto de atrás, ¿me lo puede autografiar?

- Sí, sí, ¿por qué chucha no? – respondió Dios.

Dios y yo nos sentamos y ordenamos dos cervezas.

- Bueno, ¿me vas a hacer la puta pregunta si o no? – me preguntó Dios.

- ¿Qué pregunta?

- Cada vez que me topo con un tipo, siempre me hacen alguna pregunta cojuda como “Dios, ¿por qué existe el mal?” “Oh Dios, ¿por qué se murió mi perrito?” “Dios, ¿cuál es tu película favorita?” Así que dale, mándame tu pregunta cojuda para acabar con esto de una vez.

- Bueno... este... ¿Por qué... por qué... por qué le pasan cosas malas a la gente buena?

- Porque la gente mala te puede sacar la reverenda chucha en dos patadas. POR ESO.

- Creo que no entiendo bien.

- Mira, digamos que tienes una piedra en la mano. ¿A la cabeza de quién se la tirarías, a la de una monja, o a la cabeza de un negro violador de dos metros y medio de alto?

- ¿Por qué tengo que tirar la piedra?

- Porque si no la tiras, yo te saco la chucha, así que elige.

- Creo que ya entendí. Pero, yo esperaba una respuesta mas bonita.

- ¿Qué querías, alguna huevada como "Para reestablecer el balance cósmico” o “Por el karma”? Si tú quieres una respuesta cagona como esa, anda pregúntale a Yoda; yo soy Dios.

Me quedé callado pensando en lo que me dijo Dios. Dios se levantó y me dijo – Bueno, gracias por ayudarme, pero ya me tengo que ir. – Dios me dio la mano y luego se fue caminando.

Yo tuve que pagar la cuenta.

1 Comments:

At 8:38 p. m., Blogger Peregrino del Relampago said...

sé que esto es muy viejo pero de quien chucha es. Podrías decirme por favor.

 

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