martes, septiembre 21, 2004

Elecciones otra vez, elecciones otra vez.

Bueno, se acercan las elecciones. Para que a nadie después ande estupidiando por ahí porque no sabe a donde tiene que ir, el TSE ha puesto en su página web - que creo que es la única página web del estado que funciona, a diferencia de la del SRI que es una reverenda mierda envuelta en pus y bañada en orine de gato con Sida que solo funciona cada Día del árbol por intervención del Espíritu Santo. – un sistema para decirle a cada persona donde le toca votar y si le toca trabajar en mesa o no.

http://www.tse.gov.ec/


Vas a la parte que dice “Padrón Electoral 2004” y eliges si prefieres buscar por cédula o por nombre y apellido.

Si tienes suerte - como yo - leerás las palabras mas hermosas del mundo: “Usted no ha sido designado como miembro de mesa electoral.”

La vez pasada me tocó estar en mesa. Esa mierda es una tortura: No solo tienes que lidiar con la bola de ignorantes que no tiene la mas remota idea de cómo carajos se vota. No solo tienes que aguantar al maricón que quiere votar en la mesa de mujeres o con la lesbiana que quiere votar en la de hombres. No solo te tienes que quedar hasta las ocho de la noche contando votos, o hasta las diez porque uno de tus compañeros es un pobre imbécil que no puede contar hasta cinco sin la ayuda de veinte supercomputadoras Cray trabajando en paralelo. Aparte de todo eso, el TSE te amenaza de que te pueden enviar a la cárcel si no haces bien el trabajo. ¡A LA VERGA!

Y lo peor de todo es que hasta me cagaron el placer de usar mi camiseta de Superman. Yo tenía - bueno, todavía la tengo – una camiseta de Superman. Me encantaba mi camiseta de Superman, hasta que un día en que tuve que estar en mesa. En una hora, donde la votación estaba floja, me levanté de la mesa para emplasticar mi certificado de votación. No había dado veinte pasos de donde estaba cuando me salió un mariconzuelo que me gritó “¡Uuuuuuuuy, mi guapo Superman! Ven rescátame y llévame volando.” No le dije nada a ese hijo de puta y seguí caminando. Desde entonces no puedo usar esa camiseta.

Por suerte, este año solo voy a votar y me largo por las mismas.