Recordando a Juan Pablo II: El ataque de los clones.
Sí, recordemos a este representante de Cristo en la tierra, que valientemente luchó contra la muerte y no descansó en paz hasta que mi loco volviera.
Pero no lo recordemos como ese viejito con tres pies en la tumba de sus últimos años, recordemoslo cuando era jóven y fuerte, y parecía que podía cambiar al mundo con la fuerza de sus balas.
Aquí está tu derecho al aborto!
Sí, no tenía nada mejor que postear. Y sí, también me voy a ir al infierno. A tí que chucha te importa?
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