miércoles, julio 19, 2006

El último carro samurai.

Crítica de Película

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Título: Cars.

Actores: Carros... creo que vi un Fiat, un Porshe, un El Camino por ahí. No me acuerdo.

Director: Menos.

Es difícil explicar de qué se trata esta película sin sonar como un completo retrasado mental, pero me imagino que en algún rato tendré que hacerlo así que mejor acabamos con esta huevada al estilo Jet Li, o sea DE ONE. Rayo es un carrito de carreras que no sabe trabajar en equipo, y quiere ganar la carrera mas importante de todas las carreras de carritos de carreras, y y y y entonces tiene que competir contra el carrito malo, y y y para eso tiene que viajar a California, y y y y entonces el carrito se pierde y va a dar a un pueblito de mierda, y y y y causa un accidente y el carro juez del pueblito lo obliga a reconstruir la carretera, y y y al carrito no le gusta el pueblo de mierda, pero se queda a vivir un rato, le arregla la vida a todos los otros carritos ¡y todos aprendemos una gran lección!

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Basicamente lo que tenemos es otra película más al estilo de la gran esperanza blanca solo que esta vez con carros. Un carro de la ciudad llega a un pueblo de mierda, que al principio no le gusta, luego aprende alguna lección de vida huevona y le arregla la vida a todo el mundo con sus maneras citadinas. No solo que este estilo de película ya lo hemos visto quinientas veces, pero esta misma película ya la habíamos visto. Me pasé todo el rato en el cine penando... “Chucha, donde he visto esta huevada antes... donde he visto esta huevada antes... ¿por qué me suena Michael J. Fox?” Y gracias a la magia de IMDB encontré la película que buscaba: Doc Hollywood donde Fox interpreta a un cirujano plástico de ciudad que causa un accidente en un pueblo de mierda y el juez lo obliga a trabajar en el pueblo por unos días, y bla bla bla todos aprendemos una gran lección.

La película no es mala, pero es una buena película con una trama mas berreada que blogs copia del mío. Escribir una buena película con esta trama es como ir por la calle, levantarte a la prostituta más veterana y experimentada que te puedas encontrar, de esas canosas que siempre andan tosiendo porque tienen herpes de garganta, y hacerle el amor de la forma mas apasionada posible. Es coger a esa puta arrugada y darle un masaje con aceite olor a rosas en sus hombros llenos de manchas hepáticas, darle besos por todo su sucio y sidoso cuerpo sin bañar por tres semanas, y luego penetrarla por su sucia chepa llena de pus como un caballo y llevarla hasta el orgasmo. Sí, puedes hacer eso, pero... ¿para qué chucha hacerlo?

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Algo que también amerita ser mencionado es que el mensaje de la película es... eehh... como decirlo... bien cojudo. La película se queja de que antes las carreteras tenían mejor panorama y que pasear era más bonito, pero que ahora todo el mundo solo quiere llegar rápido y por eso ya nadie mira los paisajes bonitos. Yo pienso que semejante mariconada no amerita una película, ni mucho menos toda una espantosa patada al huevo de canción que aparece de la nada en plena película como un negro Latin King y te deja sin plata ni zapatos en plena calle Cuenca a las dos de la mañana.