El señor de los pingüinos

El señor de los pingüinos

Crítica de Película

Título: Happy Feet.

Actores: Frodo, Wolverine, Nicole Kidman, y Robin “Por Dios, muérete de una vez” Williams.

Director: El maricón más fresa del mundo.



Yo no quería ver esta huevada, pero me llevaron mis amigos que creo que secretamente se están haciendo maricones si les gusta ver este tipo de huevadas. Desde el póster se veía venir la fresura de esta mierda con su frasecita “¿Cuál es la canción de tu corazón?”

¡QUE HIJUEPUTA! Si yo hubiera querido burlarme de la película inventando una frase super-fresa, no me hubiera salido una mierda más cursi que la que tenía el póster.

Si a alguien le importa, esta es la canción de mi corazón:


Mi nombre es Culero Connors! Hijo de potro y de perra! Tengo hijos en los seis continentes, y a todos ellos les saco yo lo dientes!

La historia trata de un pingüino llamado Mumble, pero que llamaremos Frodo, que nació sin la habilidad de cantar, lo que a mi me parece muy normal porque nunca he visto un cochino pingüino que cante. A los pinguinos de la película les parece como si haya nacido el Hombre Elefantes entre ellos, solo que gay y mongolito para rematar. Frodo no puede cantar, lo cuál es malo para el man porque cada pingüino utiliza ‘la canción de su coraz[on’ para coronar con sus peladas, pero por alguna razón puede bailar tap. Los papás de Frodo son Elvis Presley y Marilyn Monroe (o Menphis y Norma Jean como se llaman en la película), así que según esta película la ecuación es la siguiente:


ELVIS

+


Marilyn Monroe

=


BOJANGLES!

A estos hijos de puta hay que dejarlos de año en ciencias.

En fin, como Frodo es un inútil, el resto de los pingüinos lo marginan. Hasta el viejo los margina, porque Elvis no es cojudo y se da cuenta que cualquier niño que baile como negro no es hijo del man. En fin, Frodo desesperado por ser aceptado por todos los carevergas de su raza intolerante, se lanza en una cruzada para descubrir porque ya no hay tantos pescados en el océano. Al resto de los pinguinos les vale tres atados de la más pura grasienta verga de morsa antártica.

Frodo camina y llega a donde viven los pingüinos latinos. Sí, chucha, los pingüinos latinos, que son como los pingüinos gringos solo que no tan carevergas pero más patuchos. Esto tiene sentido de alguna forma, supongo. Como los que hicieron esta película son unos racistas de mierda, no contrataron a un latino para hacer la voz de latino, si no que cogieron a Robin Williams. Gracias a esto, la sangre de esta película no está en las manos de Latinoamérica. En fin, Frodo y sus amigos Latin King pingüinos forman la comunidad del pingüino y se embarcan es su búsqueda de pescados. Aquí Frodo descubre que no hay pescados porque los humanos cerdean mucho ya se los están acabando. Como Frodo prefiere suicidarse a no tener la aceptación de los mierdas de su raza, se lanza al océano y llega hecho mierda hasta América. No me pregunten cómo chucha, pero el hijueputa termina en un acuario de Florida. ¿El careverga nadó hasta Florida? ¿No hay algún maldito acuario en Sudamérica? ¿Desde cuando se andan recogiendo pingüinos que llegan hechos mierda a la costa de Argentina, se los mete en un avión y se los manda para Estados Unidos? No sé, pero eso fue lo que pasó.

El pingüino bolsón está en el puto acuario, y trata de hablar con los humanos, pero nadie habla pingüino. Entonces el maldito pingüino empieza a bailar tap, y se comunica con el lenguaje de la danza. Si el pingüino hubiera empezado a culearse a los humanos por el ano, hubiera sido menos maricón. Como la ciencia no tiene nada mejor que hacer, deciden abandonar la investigación de la cura del cáncer, y se ponen a investigar a los pingüinos bailarines. Lo sueltan a Frodo para que regrese a su tribu, y le ponen un localizador para poder rastrearlo. Los humanos también son unos carevergas, ese rastreador en más grande que el pequeño Larousse, y se lo dejan pegado al pobre pingüino en la espalda. Frodo regresa y les juro que al resto de la tribu les vale. Frodo les dice que para que los humanos les regresen sus pescados, ellos tienen que bailar. Llegan los humanos, y todos los pinguinos empiezan a bailar. Aquí llega la parte más cojuda de la película (lo cual es como decir la parte más negra de Bill Cosby), porque los humanos no sabían por qué bailaban los pinguinos, hasta que a alguno se le ocurrió que era porque querían pescado, y todo mundo le hizo caso a pesar de que es la cojudez más grande del mundo. Se reúne la ONU o lo que sea, y deciden que ya no se debe pescar más en la Antartida. Lo que no te dicen es donde chuchan se van a pescar los barcos para llenar la cuota, o sobre la aldea de Etiopía que se murió de hambre por falta de comida. Los carevergas solo dicen que ya no se pesca más, y se arregló todito, como si nosotros no comiéramos.

¡EL FIN!

Lo único que salva a esta cursilería de 90 minutos es que el final no es tan repugnante como el de Antz, que más o menos llevan la misma trama. Antz si fue repugnante, con su moraleja de “SÉ UNA HORMIGA”. Sí, véanla y verán que el mensaje de la película es “NO SEAN DIFERENTES, NO CUESTIONEN LA SOCIEDAD, SEAN HORMIGAS”. Prefiero que mi hijo vea el ataque del pezón ninja eléctrico, Viernes 13, películas de Ron Jeremy, y cualquier huevada antes que Antz.