lunes, septiembre 12, 2011

Roberto Bonafont: “El Ecuador tiene 20 años mamándome el huevo por poemas que escribo en 15 minutos.”

¿Qué necesita el Ecuador que sea verdad?






Rápido, ¿cuál es la diferencia entre Roberto Bonafont y cualquier otro periodista deportivo del medio?




Si no dijiste La Navidad, estáis mal.




La esencia de Bonafont se puede detectar en el siguiente video del 2007 donde procede a hacer verga a Papa Noel con la información de Wikipedia. Las mejores frases son:




“Papá Noel es un invento para comprar bebidas gaseosas.”




“Es un viejo cervecero, por ser de origen nórdico disfrazado de bombero.”




“La ‘blanca’ navidad engaña a los niños quienes piensan que sucedió en Nueva York.”




Nótese la narrativa del ecuatoriano promedio, por ejemplo, estudiante de La FACSO que entiende que el mundo no le ha jugado la mejor de las cartas (estáis en Ecuador) y empieza a buscar una identidad que lo defienda de sus inevitables futuros fracasos (no hay trabajo, vivo en casa, soy cholo, no existe The Matrix y no soy Neo, etc.). Entonces Bonafont, en ese contexto, se vuelve un comentarista deseable al explicarle que no es su culpa ya que hay otros factores, (en este caso) el corporatismo extranjero nos oscurece que Jesús vino para los probres (con la tonada de fondo de The Doors). Esto queda confirmado en los comentarios del mismo video:

“Que ídolo que es Bonafont, lo quisiera conocer, ¡es un maestro!"




“Te agradezco un montón que hayas subido este video filosófico de Bonafont.”




Bonafont juega el papel de rebelde y profundo. Se describe como un ‘hippie’ que come sólo atún porque eso comen las tortugas y también quiere llegar lejos lento y vivir muchos años. Los más perceptivos de ustedes se darán cuenta que esto es un guiño de ojo a la marihuana dado el argumento naturista. Entonces tenemos comentarios al respecto:




“¡Es lo máximo! Fuma harta hierba.”




“Siempre me ha caído bien el abogado con sus ojitos de tortuga.” (Karina Fuentes, una puta que se lo quiere culear.)




Esto no es accidental. Bonafont ha creado su propio mercado apelando al ego de todos nosotros. Más que vender análisis deportivo, el vende una forma de ver el mundo para una masa inmadura. Poco importa que ser millonario y viajado contradiga lo que él dice sentir, que sus frases poéticas sean recicladas de una generación a la otra... las mentiras no son para él sino para ti.

Igual que La Navidad.